Un grupo de investigadores argentinos comprobó que el agua de Claromecó y Tres Arroyos contiene niveles de una sustancia agrotóxica muy por encima de lo recomendado.
El informe, que fue publicado días atrás en la revista del rubro Environmental Toxicology and Chemistry, señala que el agua potable de ambas localidades contiene cloripirifos, un insecticida utilizado para el control de numerosas plagas en cultivos de soja, maíz, trigo y cebada, y que en altas dosis constituye una amenaza para la salud humana.
Según consignó el matutino Página 12, el tóxico —de venta libre— puede desencadenar desde incoordinación motora hasta muerte por asfixia.
A niveles —supuestamente— inofensivos, ocasiona retraso en la maduración embrionaria, deterioro del crecimiento y de la reproducción, cambios comportamentales y neurológicos, deformidades y mortalidad a largo plazo.
La bióloga reconoció que al analizar muestras de las zonas de Claromecó y Tres Arroyos se halló los insecticidas endosulfan, clorpirifos y cipermetrina.
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